Durante las lunas llenas, el fenómeno de las mareas es más importante porque es en ese momento cuando la Tierra, la Luna y el Sol están alineados, lo que aumenta la fuerza gravitatoria ejercida sobre los océanos, provocando mareas más pronunciadas.
La Luna ejerce sobre los océanos una atracción gravitacional importante, lo que provoca un aumento del nivel del mar en el lado de la Tierra más cercano a la Luna, pero también en el otro lado de la Tierra, el opuesto a la Luna. Estos dos "bultos" de agua se deben a la diferencia de intensidad de esta fuerza gravitacional en las diferentes partes de nuestro planeta. La Tierra gira bajo estos "bultos" líquidos, y es esta rotación la que crea la alternancia regular de las mareas altas y bajas. Sin la proximidad y el tamaño significativo de nuestro satélite, los fenómenos de mareas serían muy limitados.
Durante la luna llena, la Tierra, la Luna y el Sol se alinean casi perfectamente. Se encuentran un poco como en un tira y afloja gravitacional, donde las atracciones de la Luna y del Sol se suman. Como resultado, sus fuerzas se unen, provocando mareas más fuertes, llamadas mareas de vives aguas. Este fenómeno refuerza la diferencia entre la marea alta y la marea baja, lo que puedes notar fácilmente en las playas, con un mar que avanza o retrocede mucho más que de costumbre. Por eso, en cada luna llena, el nivel del mar sube y baja más que durante las otras fases lunares.
Cuando el Sol, la Tierra y la Luna están alineados durante la luna llena, sus efectos gravitacionales se suman. Resultado: las mareas alcanzan amplitudes particularmente fuertes. Se les llama mareas de vivas aguas, son mucho más marcadas que en otros momentos del ciclo lunar. En resumen, es esta alineación precisa la que refuerza aún más la influencia de atracción del Sol sobre la de la Luna, amplificando considerablemente el movimiento de los océanos. Este efecto combinado es más visible durante los períodos de luna llena y luna nueva, cuando el trío celestial forma prácticamente una línea recta perfecta.
Las lunas llenas y lunas nuevas provocan mareas más fuertes que en otros momentos, llamadas mareas vivas. Mientras que durante los primeros y últimos cuartos, el Sol, la Tierra y la Luna forman un ángulo recto: sus influencias gravitacionales se contrarrestan parcialmente y provocan mareas muertas, más débiles. Durante estos períodos intermedios, el mar sube y baja significativamente menos, con diferencias menos marcadas entre mareas altas y bajas. En la práctica, esto significa simplemente que si vas a pescar a pie o a la playa, estas fases lunares influirán notablemente en tu paseo.
Cuando la Luna, la Tierra y el Sol están perfectamente alineados durante las lunas llenas y las lunas nuevas, se habla de mareas de muertas aguas, caracterizadas por amplitudes especialmente fuertes.
Además de la Luna, el Sol también ejerce influencia sobre las mareas terrestres, pero aproximadamente dos veces menor debido a su mayor distancia.
La diferencia entre los niveles alto y bajo del mar, llamada amplitud de las mareas, se ve incrementada durante los equinoccios (marzo y septiembre), formando así las famosas 'mareas de equinoccio'.
Ciertos animales marinos sincronizan su reproducción con las fases lunares y los ciclos de las mareas, aprovechando así las condiciones ideales para la supervivencia de su progenie.
Aquí tienes la traducción al español: "Aunque las mareas grandes (mareas de viva agua) son particularmente perceptibles, su intensidad varía en función de numerosos factores como la geografía local, el clima (presión atmosférica, vientos) y la planificación del litoral. Por eso, las mareas fuertes no necesariamente provocan inundaciones."
Sí, diversos fenómenos astronómicos pueden tener una influencia adicional en las mareas, incluidos fenómenos de alineamientos específicos como los eclipses lunares o solares, e incluso las variaciones anuales de distancia entre la Tierra y la Luna (perigeo y apogeo).
Este fenómeno está relacionado con la rotación de la Tierra. A medida que nuestro planeta gira cada día sobre sí mismo, cada región pasa dos veces por debajo del abultamiento de agua provocado por la atracción gravitacional de la Luna, resultando en dos mareas altas y, a la inversa, dos mareas bajas por día.
Muchas personas creen experimentar un mal sueño o un cambio de humor durante las lunas llenas; sin embargo, las investigaciones científicas sobre este tema son mixtas. Hasta ahora, no se ha demostrado de manera definitiva un vínculo significativo y claro entre las fases lunares y la salud humana.
No, aunque la Luna tiene la influencia más importante, el Sol también ejerce una fuerza gravitacional sobre los océanos terrestres. El efecto combinado de estos dos astros es particularmente fuerte durante las lunas llenas y nuevas, provocando mareas de gran amplitud llamadas mareas de sicigia.
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Question 1/5