Los hongos son capaces de descomponer la materia orgánica gracias a sus enzimas que descomponen los compuestos orgánicos en moléculas más simples, lo que les permite alimentarse y contribuir al reciclaje de la materia orgánica en la naturaleza.
Los hongos son parte de los descomponedores más eficaces en la naturaleza. Cuando se acumulan hojas, árboles muertos o cadáveres de animales en el suelo, los hongos intervienen para descomponerlos. Transforman esta materia orgánica en sustancias más simples que pueden asimilar. Este proceso permite reciclar los nutrientes en el suelo, lo que favorece el crecimiento de las plantas y mantiene el equilibrio en el medio ambiente. Sin ellos, pronto estaríamos sumergidos en una gruesa capa de materia muerta, impidiendo que el ecosistema funcione correctamente.
Los hongos poseen células organizadas en forma de filamentos finos llamados hifas, las cuales se extienden en red, creando así una gran alfombra muy eficaz para explorar el entorno. Este conjunto de hifas se llama micelio, una especie de tela subterránea a través de la cual el hongo absorbe los nutrientes provenientes de la descomposición. Gracias a sus paredes celulares hechas de quitina, un material flexible y resistente, las hifas pueden penetrar en profundidad en los tejidos vegetales o animales muertos para descomponer la materia orgánica. Su superficie extremadamente extendida hace que la absorción de nutrientes sea muy rápida y optimizada. Algunas células especializadas liberan directamente enzimas digestivas al exterior del hongo, que digieren la materia antes de ser absorbida tranquilamente en una forma más simple.
Los hongos están equipados con una verdadera caja de herramientas enzimáticas que les permite descomponer de manera efectiva la materia orgánica. Entre las más importantes se encuentran las celulasas, capaces de romper la celulosa, principal componente de las paredes vegetales. Las ligninasas, por su parte, se encargan de la lignina, una sustancia dura y resistente que proporciona rigidez a las plantas. Son super útiles para los hongos que atacan la madera muerta. Otras enzimas, como las proteasas y las lipasas, descomponen de manera efectiva las proteínas y lípidos, haciendo accesibles nutrientes indispensables. Sin todas estas enzimas, sería imposible para los hongos transformar hojas muertas y madera en descomposición en un verdadero festín nutritivo.
Los hongos, son simples pero poderosos: liberan enzimas directamente en su medio, un poco como cuando viertes un producto sobre una mancha persistente. Estas enzimas son como pequeñas tijeras biológicas que cortan las grandes moléculas complicadas (como la celulosa o la lignina) en piezas más pequeñas, más fáciles de digerir. Esta descomposición externa le da al hongo la oportunidad de absorber tranquilamente los nutrientes que necesita. Todo se realiza fuera del hongo, lo que se llama digestión extracelular. Además, este truco bioquímico hace que los hongos sean particularmente fuertes para reciclar materia orgánica y mantener el planeta bien limpio.
Los hongos no trabajan solos cuando descomponen la materia orgánica: colaboran mano a mano con otros organismos vivos. Gracias a relaciones simbióticas, colaboran estrechamente con ciertas bacterias que facilitan su digestión enzimática. Tomemos el ejemplo de los insectos descomponedores como algunos escarabajos o termitas: al masticar y triturar la madera, estos últimos abren el camino para los hongos creando puertas microscópicas donde sus hifas pueden instalarse fácilmente. Es una cooperación bien pensada, cada uno sale beneficiado. Algunas plantas también participan en esta historia: sus raíces proporcionan azúcares y nutrientes a los hongos a cambio de una mejor absorción de minerales provenientes de la descomposición. Así, al involucrar a toda la comunidad del suelo, estos intercambios facilitan enormemente el reciclaje rápido y eficiente de las materias orgánicas.
Los hongos descomponedores pueden transformar un tronco de árbol muerto en humus útil para el suelo en solo unos pocos años. Sin ellos, la descomposición natural tomaría mucho más tiempo y la regeneración forestal se vería ralentizada.
La penicilina, el primer antibiótico descubierto, proviene de un hongo llamado Penicillium. ¿Este descubrimiento fundamental por Alexander Fleming revolucionó la medicina moderna?
¿El organismo vivo más grande del mundo es en realidad un hongo? Situado en Oregón (Estados Unidos), este Armillaria ostoyae cubre aproximadamente 9 kilómetros cuadrados y ¡podría tener más de 2,400 años!
Ciertos hongos pueden descomponer completamente hidrocarburos tóxicos, como el petróleo crudo. Gracias a sus enzimas específicas, se utilizan en la biorremediación para descontaminar suelos contaminados.
Los champiñones aparecen rápidamente después de la lluvia porque la humedad favorece la salida de los fructíferos. El agua estimula el crecimiento de los hifas, estructuras filamentosas subterráneas de los champiñones, permitiendo así la aparición rápida de los champiñones visibles en la superficie.
Los hongos poseen una gran variedad de enzimas digestivas que les permiten descomponer de manera eficiente muchos materiales orgánicos como la madera, las hojas o los animales muertos. Sin embargo, algunos materiales muy estables o sintéticos son resistentes a la degradación fúngica.
Sí, algunas especies de hongos, como el hongo Pleurotus ostreatus (seta), tienen la capacidad de emitir enzimas capaces de degradar parcialmente ciertos tipos de plásticos. Aunque son prometedores, estos procesos se encuentran actualmente en una fase experimental.
Algunos hongos que crecen en los alimentos producen toxinas potencialmente peligrosas (como los mohos del género Aspergillus o Penicillium). Por lo tanto, se recomienda no consumir alimentos que presenten signos visibles de moho.
Aunque las bacterias y los hongos desempeñan un papel clave en la descomposición, sus mecanismos difieren. Los hongos están particularmente adaptados para descomponer materiales vegetales duros como la lignina y la celulosa gracias a sus hifas y a sus poderosas enzimas extracelulares, mientras que las bacterias se centran más en sustratos orgánicos más simples y solubles.
100% de los encuestados pasaron este cuestionario completamente!
Question 1/5