Las columnas basálticas tienen una regularidad tan perfecta porque se forman durante el enfriamiento uniforme y rápido de la lava basáltica, lo que resulta en una contracción regular de la roca y crea estas estructuras hexagonales características.
Cuando un flujo de lava basáltica muy caliente comienza a enfriarse, su volumen disminuye progresivamente: es la famosa contracción térmica. La roca pierde lentamente su calor, lo que hace que la materia se encoja. Y como el enfriamiento es relativamente uniforme, la contracción provoca fisuras regulares, distribuidas a intervalos bastante regulares. Como resultado, estas grietas forman estructuras en prismas geométricos muy nítidos, a menudo hexagonales, porque es la forma ideal para distribuir uniformemente las tensiones generadas por esta retracción térmica. De hecho, esta hermosa geometría se encuentra a diferentes escalas, desde pequeños pavimentos rocosos hasta las impresionantes columnas basálticas que a veces forman acantilados enteros.
Cuando la lava caliente comienza a enfriarse, se contrae al perder gradualmente calor. Pero esta contracción no se produce sin tensiones: aparecen tensiones mecánicas en la roca en solidificación a medida que pierde volumen. La roca queda atrapada, inmovilizada por el material que la rodea ya enfriado, y no puede encogerse libremente. Resultado: una acumulación de tensiones internas acaba creando fisuras bastante regulares. Al igual que cuando el barro se seca al sol en trozos bastante regulares, el basalto también busca dividirse en estructuras ordenadas bajo el efecto de las tensiones acumuladas. Estas fisuras a menudo siguen una forma hexagonal porque es una manera eficiente, en términos energéticos, de liberar estas tensiones internas, dando origen a las famosas columnas basálticas.
La regularidad asombrosa de las columnas basálticas se debe en gran medida a las propiedades cristalinas del basalto. Cuando esta roca se enfría, sus minerales como los piorxenos, los plagioclasas y la olivina cristalizan según patrones específicos, ordenados y repetitivos, creando una estructura interna regular. Esta simetría cristalina guía la propagación uniforme de las fisuras durante la contracción térmica, facilitando así fracturas limpias y regulares. Cuanto más homogénea es la cristalización, más las columnas adoptan su famosa forma hexagonal hiperregular. Inversamente, si se introducen impurezas o heterogeneidades minerales, la regularidad se desvanece rápidamente, haciendo que las columnas sean más irregulares, e incluso claramente defectuosas. En resumen, la calidad y la pureza del cristal marcan toda la diferencia entre una bonita columna hexagonal bien definida y un conjunto rocoso cualquiera.
Las fisuras nacen generalmente a partir de pequeños defectos microscópicos en el basalto que se enfría. Cuando la roca se contrae al perder su calor, aparecen tensiones mecánicas. Estas tensiones se acumulan poco a poco hasta que se forma una fisura. En cuanto una aparece, avanza rápidamente y se propaga siguiendo a menudo una dirección bien precisa: la que libera mejor toda esa energía acumulada. Este fenómeno de avance rápido, llamado propagación de fisuras, se produce a saltos. La fisura crece de golpe, se detiene un poco y luego avanza de nuevo, generando así segmentos regulares que forman las famosas columnas hexagonales. A medida que avanza, estas fisuras crean redes regulares porque es la forma más sencilla de distribuir de manera uniforme la tensión mecánica. Esta dinámica particular explica por qué las columnas basálticas tienen una regularidad visual casi asombrosa.
La Calzada del Gigante en Irlanda del Norte es sin duda el ejemplo más conocido: cerca de 40,000 columnas hexagonales, formadas durante el enfriamiento rápido de un flujo de lava, crean un paisaje único e impresionante. Otra formación estelar, las columnas basálticas de Devils Postpile en California, muestran columnas extremadamente regulares, de las cuales muchas exhiben claramente su simetría hexagonal. En Islandia, las Svartifoss ("cascada negra") fluyen majestuosamente rodeadas por perfectas columnas basálticas, que incluso inspiran la arquitectura local, en particular la emblemática iglesia de Reikiavik. Aún en Islandia, los acantilados basálticos de Reynisfjara cerca de Vik forman una pared asombrosa justo al borde de una playa de arena negra, un decorado espectacular que atrae enormemente a curiosos y fotógrafos. Menos conocidas pero igualmente impresionantes, las columnas basálticas del sitio francés Orgues d'Ille-sur-Têt muestran cómo el fenómeno puede tomar formas diferentes pero siempre sorprendentes.
Algunas columnas basálticas han sido utilizadas por el Hombre para construir edificios o muros. Por ejemplo, la isla escocesa de Staffa ha inspirado la arquitectura natural de la cueva Fingal, que está completamente bordeada de estas asombrosas formaciones geométricas.
La asombrosa regularidad de las columnas basálticas ha llevado incluso al desarrollo de modelos matemáticos y físicos que se utilizan hoy en día para estudiar otros fenómenos naturales similares, como el agrietamiento de rocas o de barro seco.
El planeta Marte también tiene formaciones basálticas análogas a las que se encuentran en la Tierra, lo que puede ayudar a los científicos a comprender mejor las condiciones geológicas pasadas del planeta rojo.
Aunque las columnas basálticas suelen ser hexagonales, también pueden adoptar formas pentagonales, heptagonales e incluso octagonales, dependiendo de las condiciones locales durante el enfriamiento del basalto.
La formación de columnas basálticas puede extenderse desde varias decenas hasta varios cientos de años, dependiendo del grosor del flujo de lava y de las condiciones locales de temperatura y enfriamiento que determinan la velocidad de contracción térmica.
¡Sí! La NASA ha identificado formaciones similares a columnas basálticas en la superficie de Marte, lo que indica que procesos volcánicos análogos a los presentes en la Tierra también han ocurrido en el planeta rojo.
Sí, pueden aparecer cada vez que un flujo de lava basáltica caliente se enfría lentamente. Por ejemplo, se formaron columnas basálticas relativamente recientes durante las erupciones volcánicas en Islandia.
Aunque las columnas basálticas a menudo muestran formas hexagonales notablemente regulares debido a la distribución uniforme de las tensiones durante el enfriamiento, algunas columnas pueden presentar 5 o 7 lados según las condiciones específicas del enfriamiento.
Entre los ejemplos emblemáticos se encuentran la Calzada de los Gigantes en Irlanda del Norte, los órganos basálticos de Garni en Armenia, la cueva de Fingal en Escocia, así como las espectaculares formaciones de la cascada Svartifoss en Islandia.
El basalto es una roca volcánica oscura que se forma por el rápido enfriamiento de la lava rica en hierro y magnesio, común en la Tierra pero también observada en otros planetas, como Marte.
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