Algunos deportes acuáticos prohíben el uso de protector solar porque puede contribuir a la contaminación del agua y dañar los ecosistemas marinos, especialmente los arrecifes de coral.
La mayoría de las cremas solares clásicas contienen productos químicos que son muy perjudiciales para la vida marina. Entre ellos, el oxybenzone y el octinoxato son particularmente tóxicos para los arrecifes de coral: perturban su capacidad para crecer y reproducirse, e incluso pueden provocar su blanqueamiento. Cuando estas sustancias entran en el agua, también afectan directamente al plancton, esos diminutos organismos en el corazón de la cadena alimentaria marina. Y si el plancton no va bien, entonces los peces y toda la fauna circundante también sufren. Al final, incluso pequeñas cantidades pueden tener impactos considerables, especialmente en zonas de alta afluencia turística y deportiva.
Las cremas solares clásicas pueden liberar productos químicos en el agua al bañarse o practicar deportes acuáticos. Estas sustancias —en particular el oxibenzona y el octinoxato— se dispersan fácilmente en el agua y permanecen presentes durante mucho tiempo, contribuyendo así a una contaminación química duradera. Incluso en pequeñas cantidades, pueden deteriorar progresivamente la calidad general del agua y afectar directamente a diversos organismos acuáticos sensibles, como los peces o los corales. Se habla entonces de una verdadera contaminación química, a veces invisible pero lejos de ser inofensiva.
Usar protector solar puede hacer que el material de deportes acuáticos sea particularmente resbaladizo, lo que perjudica el agarre necesario para los deportistas. Las lociones solares suelen dejar una película grasosa en las manos y en equipos como remos, tablas de surf o barras de esquí acuático. Como resultado, los deportistas pierden precisión, control y deben aumentar sus esfuerzos físicos para compensar esta falta de adherencia. Algunas fórmulas de cremas también pueden provocar una sensación de incomodidad en la piel cuando interactúan con agua salada o clorada, causando así irritaciones o molestias desagradables durante la performance.
Llevar una prenda anti-UV sigue siendo una protección eficaz, práctica y no contaminante para reemplazar la crema solar. Existen camisetas, leggings y trajes especiales diseñados para bloquear el sol sin productos químicos, cómodos incluso húmedos. Aprovechar la pausa a la sombra regular también es un buen hábito a adoptar si el deporte lo permite. Las gorras o sombreros de ala ancha son simples, prácticas y protegen bien el rostro y la nuca. Elegir los horarios en los que el sol pega menos fuerte, típicamente temprano por la mañana o a última hora de la tarde, limita la exposición sin perder placer ni rendimiento deportivo.
Algunas federaciones deportivas, especialmente en buceo o surf, prohíben claramente ciertos tipos de cremas solares, sobre todo aquellas que contienen productos químicos considerados nocivos para el medio ambiente marino. Las competiciones establecen claramente estas restricciones, y el incumplimiento puede costar a los deportistas penalizaciones o una exclusión directa de la prueba. Muchas organizaciones incluso piden a los deportistas que utilicen únicamente productos de protección ecológicos, con el fin de evitar dañar los ya frágiles arrecifes de coral. En resumen, las reglas están ahí para proteger los fondos marinos, y las federaciones deportivas no se lo toman a la ligera.
Ahora existen textiles diseñados específicamente con protección UV integrada. Estas prendas ofrecen a los deportistas una excelente alternativa al uso de cremas solares, al mismo tiempo que preservan el medio marino.
¿Sabías que ciertos ingredientes comunes en los protectores solares también pueden dañar el equipo deportivo, como los trajes de neopreno, las máscaras de buceo o las tablas de surf?
Según un estudio, alrededor de 14,000 toneladas de protector solar se arrojan al mar cada año, con consecuencias potencialmente graves para los ecosistemas marinos.
¿Sabías que los protectores solares minerales, a base de óxido de zinc o dióxido de titanio, a menudo se recomiendan como alternativas ecológicas porque presentan menos riesgos para el medio ambiente acuático?
Las sanciones varían según la normativa local o la organización deportiva involucrada; pueden ir desde una simple advertencia hasta multas significativas o descalificación en una competición. En las zonas protegidas, como ciertos parques marinos, las multas pueden ser especialmente elevadas.
Sí, existen cremas solares denominadas "ecológicas", formuladas sin productos químicos nocivos para los ecosistemas acuáticos. Generalmente incluyen filtros minerales como el dióxido de titanio o el óxido de zinc, considerados menos dañinos, pero su uso puede estar regulado o desaconsejado en ciertos contextos deportivos.
Las alternativas incluyen el uso de ropa anti-UV como trajes de baño, rashguards o gorras con protección para el cuello. Además, evitar la práctica durante las horas pico de insolación también puede limitar los riesgos asociados a la exposición solar.
Los deportes acuáticos practicados en entornos naturales sensibles, como el buceo, el esnórquel o algunas competiciones de natación en aguas abiertas, pueden prohibir o restringir fuertemente el uso de cremas solares para proteger el ecosistema marino.
Las sustancias que se encuentran con frecuencia en los protectores solares y que son peligrosas para el medio marino incluyen el oxibenzona, el octinoxato y ciertos parabenos. Estos ingredientes químicos pueden dañar los arrecifes de coral y perjudicar la biodiversidad acuática.
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