El cabello se vuelve gris con la edad debido a la disminución en la producción de melanina, el pigmento que le da color al cabello. Esto se debe al envejecimiento de las células responsables de la coloración del cabello, llamadas melanocitos.
Cuanto más envejecemos, menos produce nuestro cuerpo melanina, el pigmento responsable del color de nuestro cabello. ¿Los responsables del fenómeno? Los melanocitos, esas células especializadas ubicadas en nuestros folículos pilosos. Al principio trabajan duro, produciendo melanina de manera activa. Pero con el tiempo, se agotan, se vuelven perezosas o desaparecen por completo. Resultado: el cabello crece sin pigmento, apareciendo gris o blanco. Este fenómeno es progresivo, lo que explica por qué pasamos suavemente de la sal y pimienta al gris o al blanco total.
Con el tiempo, nuestras células acumulan diferentes desechos que llamamos radicales libres. Estas moléculas inestables atacan las células y su ADN, provocando lo que se denomina estrés oxidativo. Los folículos pilosos son particularmente sensibles a este fenómeno. Cuando sufren demasiados daños oxidativos, las células encargadas de producir los pigmentos (los melanocitos) comienzan a funcionar peor, e incluso a morir. Resultado: cada vez menos pigmentos en el cabello, que se vuelve gris y luego blanco. Este proceso generalmente se acelera con la edad, ya que nuestro organismo se vuelve menos efectivo para neutralizar estos radicales libres.
Algunos genes te hacen más o menos propenso a tener canas. Si tus padres o abuelos se pusieron grises temprano, es probable que a ti también te suceda relativamente joven. Varios estudios muestran que las variaciones genéticas influyen directamente en la producción de melanina, ese famoso pigmento que da color a tu cabello. Algunas personas simplemente heredan un reloj biológico que acelera el cese del funcionamiento de sus células pigmentarias, y ¡zas!, te aparecen los primeros hilos plateados. Es un poco injusto, pero así es: estás "programado" genéticamente para encanecer a una cierta edad.
El estrés psicológico prolongado perturba el equilibrio de tu organismo y acelera el envejecimiento celular. Actúa aumentando la producción de hormonas del estrés, en particular el cortisol, que perturba directamente tus células responsables de la pigmentación del cabello, los melanocitos. Demasiado estimulados por estas hormonas, estos melanocitos se agotan más rápido, produciendo así menos melanina, el pigmento que da color a tu cabello. Resultado: tu cabello se vuelve gris más rápidamente debido a un estrés crónico importante. Este fenómeno explica por qué algunas personas que han vivido fases difíciles y prolongadas ven que sus cabellos se canas prematuramente.
El estado de nuestro cabello a menudo refleja lo que comemos. Una deficiencia, incluso leve, de ciertas vitaminas y minerales puede acelerar su encanecimiento. Por ejemplo, la falta de vitamina B12 o de hierro altera la producción normal de melanina en los folículos pilosos, favoreciendo la aparición temprana de canas o cabellos blancos. Lo mismo ocurre con el cobre o el zinc, que participan directamente en el buen funcionamiento de nuestras células capilares. En resumen, comer de manera variada y equilibrada es bueno para todo, incluso para mantener el cabello de color bonito por más tiempo.
¡El cabello gris no es gris, sino transparente! La ausencia de melanina lo hace translúcido, y su apariencia gris es en realidad el resultado de la reflexión de la luz sobre el cabello pigmentado que lo rodea.
Una deficiencia de vitaminas como la vitamina B12 o de minerales como el cobre y el zinc puede provocar o acelerar la decoloración del cabello, incluso en personas jóvenes.
Ciertos estudios científicos han demostrado que los fumadores son cuatro veces más propensos a tener canas prematuras en comparación con los no fumadores.
Los primeros cabellos grises suelen aparecer alrededor de los 30 años en los europeos, pero hacia los 40 años en las personas de origen asiático y africano.
Si observas una aparición rápida e inusual de canas a una edad muy joven (adolescencia, principios de veintena), puede ser prudente hablar de ello con un profesional de la salud. A veces, esto puede estar relacionado con un trastorno subyacente como una enfermedad autoinmune, trastornos de la tiroides o deficiencias severas de vitaminas.
Una alimentación equilibrada rica en vitaminas B, cobre, zinc, hierro y antioxidantes podría contribuir a preservar la coloración natural del cabello durante más tiempo. Sin embargo, la alimentación por sí sola no puede garantizar la detención completa de la aparición de canas, especialmente si se tiene una predisposición genética a su aparición temprana.
Sí, varios estudios establecen efectivamente un vínculo entre un estrés alto y prolongado y una aparición acelerada de canas. El estrés aumentaría, en particular, el estrés oxidativo en los folículos pilosos, provocando un deterioro prematuro del pigmento del cabello.
Una vez que los folículos pilosos dejan de producir suficiente melanina (pigmento natural), el cabello se vuelve gris de manera permanente. En la actualidad, no existe ningún tratamiento que permita restaurar de forma duradera el color original de manera natural.
La mayoría de las personas comienzan a notar canas a partir de los treinta o cuarenta años, pero este proceso puede comenzar ya en los veinte o, por el contrario, aparecer mucho más tarde, dependiendo de factores genéticos y ambientales.
Nadie ha respondido este cuestionario todavía, ¡sé el primero!' :-)
Question 1/5