Las pantallas táctiles funcionan gracias a una tecnología llamada capacitiva, que detecta las variaciones de carga eléctrica inducidas por el contacto de un dedo. Esto permite localizar con precisión el punto tocado y reaccionar en consecuencia.
Tu cuerpo es un excelente conductor eléctrico: está compuesto principalmente de agua y electrolitos, estas sustancias que contienen sales minerales como el sodio. Estas sales minerales, cargadas eléctricamente, circulan libremente en tus células y tejidos, creando así un ambiente propicio para la conducción de pequeños corrientes eléctricas. Tu piel, también ligeramente conductora, permite el intercambio natural de electrones entre tu dedo y la superficie de una pantalla táctil. Este fenómeno simple, que implica solo una ligera transferencia eléctrica, explica por qué una pantalla reacciona instantáneamente cuando la tocas, incluso suavemente.
Nuestro cuerpo es naturalmente conductor de electricidad: tenemos de manera permanente pequeñas cargas eléctricas en la superficie de nuestra piel. Una pantalla táctil capacitiva posee una capa conductora cubierta por un aislante muy fino, generalmente vidrio. En cuanto tocamos la pantalla con nuestro dedo, nuestro cuerpo modifica la capacidad eléctrica en ese lugar preciso. La pantalla detecta exactamente esta variación eléctrica. Incluso un simple roce es suficiente para que la pantalla identifique con precisión dónde se encuentra nuestro dedo gracias al cambio en el campo eléctrico. No es necesario presionar fuerte, solo colocar delicadamente el dedo es suficiente.
En las pantallas táctiles, encontramos una capa muy delgada y transparente, constituida por materiales conductores como el óxido de indio y estaño (ITO). Estos materiales conductores son esenciales, ya que permiten que la corriente eléctrica fluya fácilmente mientras permiten que la luz muestre las imágenes a través de la pantalla. Cuando se coloca un dedo, esta fina capa detecta una perturbación eléctrica gracias a su carácter conductor: percibe la pequeña variación del campo eléctrico provocada por la conductividad natural de nuestro cuerpo. Sin estos materiales específicos y su propiedad conductora única, no habría ninguna señal clara para detectar, y por lo tanto, ninguna pantalla táctil funcional.
En el momento en que tu dedo toca la pantalla, perturba ligeramente el campo eléctrico ya presente. Esta pequeña variación es captada por una rejilla de sensores muy finos escondida justo debajo de la superficie de vidrio. Cada sensor detecta con precisión dónde ha sido modificado el corriente eléctrica. Luego, un circuito electrónico analiza rápidamente estas diminutas variaciones y las traduce en información digital. Estos datos son entonces transmitidos a un software que entiende exactamente dónde y cómo se ha tocado la pantalla, permitiendo que tu dispositivo reaccione instantáneamente. Todo esto sucede tan rápido que te parece instantáneo.
También existe otra categoría de pantallas táctiles llamada 'resistiva', que detecta la presión física en lugar de la interacción eléctrica. Por eso, algunos modelos antiguos de teléfonos o ciertos terminales electrónicos requieren presionar fuerte con un stylus de plástico.
Cada vez que tocas la pantalla, se genera una perturbación eléctrica muy ligera en la pantalla capacitiva. El software de tu dispositivo la convierte inmediatamente en coordenadas precisas, lo que permite una respuesta táctil instantánea y precisa.
¿Alguna vez te has preguntado por qué los guantes normales impiden el uso de las pantallas táctiles? Es porque actúan como aislantes eléctricos, impidiendo la transmisión de la corriente eléctrica natural de tu dedo a la pantalla capacitiva. ¡Sin embargo, existen guantes diseñados específicamente para ser compatibles con las pantallas táctiles!
Las pantallas táctiles capacitivas están diseñadas con una rejilla transparente e invisible hecha de óxido de indio y estaño (ITO), un material conductor. Es gracias a este material que la pantalla percibe los sutiles cambios eléctricos provocados por su dedo.
No, un bolígrafo ordinario, de plástico o de madera, no posee las propiedades conductoras necesarias para interactuar con la pantalla táctil capacitiva. Se debe usar un stylus especialmente diseñado con una punta conductora, a menudo de goma conductora o metal, para que la pantalla pueda detectar su contacto.
Cuando la pantalla o su dedo están húmedos, el agua puede interrumpir la distribución eléctrica normal detectada por la pantalla táctil capacitiva. Esto puede provocar reacciones inexactas, detección múltiple de toques o una sensibilidad alterada al usar su dispositivo.
El uso de una pantalla táctil capacitiva generalmente consume más energía que una pantalla tradicional no táctil. Sin embargo, la diferencia es leve. La mayor parte de la energía que utiliza un dispositivo proviene generalmente de la retroiluminación y de los componentes internos, y no directamente de la tecnología táctil en sí.
Algunos adaptadores o cables de carga no oficiales pueden causar perturbaciones eléctricas, alterando la precisión de los sensores capacitivos de su pantalla táctil. Intente usar un cable o adaptador oficial para evitar estos problemas o verifique la conexión a tierra del cargador utilizado.
La mayoría de las pantallas táctiles funcionan gracias a una interacción eléctrica: los dedos desnudos permiten que la electricidad estática de tu cuerpo provoque una capacidad eléctrica detectable. La mayoría de los guantes bloquean esta interacción eléctrica y evitan que la pantalla funcione correctamente. Sin embargo, existen guantes especiales diseñados con materiales conductores para permitir esta interacción sin tener que quitarte los guantes.
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