Los senderistas deben evitar beber agua de los ríos en la montaña sin purificarla, ya que puede contener parásitos, bacterias o virus provenientes de fuentes externas, lo que podría causar enfermedades como la gastroenteritis o la fiebre tifoidea.
Aunque el agua de un arroyo en la montaña parece clara como cristal, puede albergar contaminantes invisibles pero peligrosos. A veces se encuentran productos químicos agrícolas, en particular trazas de pesticidas o fertilizantes provenientes de actividades agrícolas en altitud o aguas arriba. Metales pesados como el plomo, el mercurio o el cadmio también pueden estar presentes debido a actividades mineras antiguas, industriales o por escorrentía. Algunos ríos recuperan incluso sin que lo sospechemos micropoluentes químicos provenientes de desechos domésticos o industriales, como residuos de medicamentos. Todos estos contaminantes permanecen sigilosamente presentes a pesar de la apariencia límpida del agua.
El agua clara de un río en la montaña no siempre es tan limpia como parece. Puedes encontrar pequeñas criaturas poco agradables como la Giardia, un parásito que provoca diarrea y dolores de estómago persistentes, o bacterias como Escherichia coli, responsables de trastornos digestivos bastante desagradables. Otro ejemplo clásico es el parásito Cryptosporidium, discreto pero resistente, que aguanta incluso ciertos métodos químicos de purificación. Estos microbios llegan al agua a través de heces de animales o humanos río arriba, y hasta un río que parece aislado puede ser fácilmente contaminado. En resumen, estos organismos invisibles a simple vista pueden arruinar completamente tu caminata y tu digestión durante varios días, o incluso más tiempo.
Beber agua directamente en la montaña es arriesgarse a tener fuertes problemas digestivos. Puedes sufrir rápidamente síntomas clásicos como náuseas, vómitos, calambres abdominales o diarrea aguda. Algunas bacterias o parásitos también provocan una fiebre repentina acompañada de fatiga extrema. Estos trastornos a veces aparecen solo unas horas después de haber bebido agua contaminada, pero también puede tardar varios días en manifestarse realmente. ¡En cualquier caso, no es el momento ideal para enfermarse lejos de casa en plena caminata!
Beber regularmente agua contaminada puede causar a la larga daños serios a tu cuerpo. Algunas bacterias y parásitos, como Giardia o Cryptosporidium, pueden provocar inflamaciones crónicas en tus intestinos. Entonces, corres el riesgo de sufrir trastornos digestivos recurrentes, dolores abdominales persistentes y dificultad para absorber correctamente los nutrientes. Tu sistema inmunológico también puede debilitarse gradualmente, favoreciendo otras enfermedades o infecciones recurrentes. Algunas contaminaciones repetidas incluso pueden provocar complicaciones en los riñones o el hígado. En resumen, no lo tomes a la ligera: purificar el agua sigue siendo la mejor manera de proteger tu salud a largo plazo.
Una de las soluciones más simples sigue siendo hervir el agua durante al menos un minuto: eso mata la mayoría de los microbios y parásitos peligrosos. Otra opción interesante para llevar en la mochila son los filtros portátiles: eliminan bastante contaminantes y bacterias, pero cuidado, algunos aún permiten el paso de virus. Para completar, los tabletas de purificación química como las de cloro o yodo también funcionan bien, son prácticas y ligeras, pero hay que soportar el sabor no muy agradable que le dan al agua. Finalmente, los sistemas que utilizan rayos UV se están volviendo cada vez más comunes: eficaces, rápidos, pero aún requieren pilas o una batería cargada. Cada método tiene sus cualidades y defectos: la elección depende sobre todo de tus necesidades, de la duración de tu caminata y, por supuesto, de tu comodidad personal.
Hervir el agua durante al menos un minuto es un método eficaz para eliminar la mayoría de las bacterias, virus y parásitos presentes en el agua de los ríos.
La fusión de las nieves puede transportar en el agua de las montañas residuos de actividades humanas situadas a varios kilómetros río arriba, como pesticidas, metales pesados o hidrocarburos.
Existen filtros portátiles ligeros adecuados para senderismo que garantizan una rápida purificación del agua, pudiendo eliminar hasta el 99,999 % de los contaminantes microbiológicos.
La desinfección química con pastillas a base de cloro, yodo o dióxido de cloro es muy práctica cuando se carece de tiempo o equipo para filtrar o hervir el agua en el lugar.
No. Aunque derritas nieve o hielo durante una caminata, se recomienda purificar el agua obtenida, ya que podría estar contaminada por impurezas o microorganismos acumulados en la superficie.
Ciertos microorganismos pueden mantenerse viables durante varios días, e incluso semanas, en agua no tratada, especialmente cuando se conserva a una temperatura favorable. Por lo tanto, es esencial purificar sistemáticamente el agua extraída de la naturaleza.
Sí. En una situación de emergencia, hervir el agua durante al menos un minuto (o tres minutos a gran altitud) es un método sencillo, rápido y eficaz para eliminar la mayoría de los patógenos.
Aunque el agua parezca clara y fresca, puede contener bacterias, parásitos o contaminantes invisibles. La presencia de animales cercanos, desechos o escorrentía agrícola aguas arriba debe alertarle sobre un riesgo aumentado de agua contaminada.
Entre los métodos más efectivos se encuentran el filtro de agua portátil, los tabletas purificadoras y la ebullición durante al menos un minuto (o tres minutos si la altitud supera los 2000 metros).
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Question 1/5