Nelson Mandela estuvo encarcelado durante 27 años debido a su compromiso en la lucha contra el régimen del apartheid en Sudáfrica, que abogaba por la segregación racial. Fue condenado por sabotaje e intento de derrocamiento del gobierno del apartheid.
El apartheid designa una política oficial de segregación racial llevada a cabo en Sudáfrica de 1948 a 1991. Claramente, era un sistema discriminatorio donde las poblaciones negras, mestizas o indias no tenían los mismos derechos que los blancos: escuelas diferentes, prohibición de matrimonios mixtos, barrios separados según las orígenes. Esta sociedad muy desigual y racista era impuesta legalmente por el gobierno blanco minoritario, proveniente principalmente del Partido Nacional afrikaner. La idea detrás: mantener la supremacía económica, social y política de los blancos sobre todas las demás comunidades. Por supuesto, esto provocó tensiones enormes, protestas y una lucha feroz de las poblaciones oprimidas por sus derechos fundamentales. Es en este contexto, hecho de injusticias y resistencias crecientes, que Mandela se va a comprometer políticamente.
Nelson Mandela comenzó a comprometerse políticamente muy joven al unirse al ANC (Congreso Nacional Africano), un partido que se oponía a la segregación racial en Sudáfrica. Muy pronto, se convierte en líder y portavoz de las campañas de desobediencia civil, organizando manifestaciones pacíficas, huelgas y llamando a la población a resistir al apartheid. Ante la intensificación de la represión del gobierno, comprende que los métodos pacíficos ya no son suficientes: entonces funda el Umkhonto we Sizwe, una rama armada de resistencia, llevando a cabo sabotajes dirigidos contra las infraestructuras del gobierno sudafricano. Mandela se convierte así en uno de los símbolos fuertes de la lucha contra el apartheid, lo que lo expone rápidamente a las persecuciones de las autoridades del país.
A partir de los años 1950, Mandela se convierte en una figura central del Congreso Nacional Africano (ANC), un movimiento que lucha contra el sistema racista del apartheid en Sudáfrica. Al principio, participa en acciones pacíficas como manifestaciones y boicots, pero al ver que eso no llevaba a nada, también se involucra en actos de sabotaje contra infraestructuras públicas, para presionar al gobierno a actuar. En 1962, es arrestado por primera vez por incitación a la huelga y por haber salido del país sin autorización. Luego, en 1964, durante el famoso juicio de Rivonia, la justicia lo declara culpable de sabotaje, conspiración y de haber intentado derrocar al gobierno. Mandela arriesgaba en ese momento la pena de muerte, pero finalmente recibe una condena de cadena perpetua que lo llevará a pasar 27 largos años tras las rejas.
Nelson Mandela pasó la mayor parte de sus años de encarcelamiento en la famosa prisión de Robben Island, conocida por ser dura y aislada, situada frente a Ciudad del Cabo. Allí, los prisioneros negros como Mandela sufrían condiciones particularmente severas: trabajo forzado en canteras, aislamiento prolongado y privaciones regulares. A pesar de eso, Mandela logró mantener su moral, continuar sus estudios a distancia e incluso enseñar e inspirar a sus compañeros de prisión. Poco a poco, su resistencia pacífica y su resiliencia lo convierten en un símbolo mundial de la lucha contra el apartheid. A lo largo de esos 27 años, se convierte así en un ícono en sí mismo, ilustrando la lucha por la libertad y la igualdad más allá de las fronteras sudafricanas. Su encarcelamiento no lo hace olvidar, sino que, por el contrario, refuerza su imagen y el apoyo internacional hacia la lucha contra el régimen racista en Sudáfrica.
Después de 27 años tras las rejas, Nelson Mandela finalmente sale de prisión en 1990. Libre pero siempre combativo, negocia con el presidente sudafricano de la época, Frederik de Klerk, para poner fin a la política racista del apartheid. Juntos, desmantelan progresivamente el sistema. Mandela se convierte en una figura central, representando la esperanza de una verdadera democracia. En 1993, recibe junto a De Klerk el Premio Nobel de la Paz, que recompensa su trabajo conjunto hacia la reconciliación. En 1994, finalmente es la victoria: Mandela es elegido primer presidente negro de Sudáfrica en las primeras elecciones democráticas a las que participan todos los ciudadanos, independientemente de su color de piel. Este momento histórico cambia para siempre la historia del país.
Nelson Mandela era apodado 'Madiba', un término cariñoso derivado del nombre de su clan xhosa, símbolo de respeto y profundo afecto en Sudáfrica.
Durante su encarcelamiento, a Mandela se le prohibió inicialmente usar gafas de sol; la intensa luminosidad de la cantera de caliza donde trabajaba le dañó permanentemente la vista.
Mandela escribió en secreto un manuscrito de su autobiografía 'Larga marcha hacia la libertad' durante su encarcelamiento, escondiendo las páginas en su jardín de la prisión para no ser descubierto por los guardias.
Durante los 27 años de encarcelamiento de Mandela, los llamados internacionales a su liberación fueron tan fuertes que su imagen se convirtió en un símbolo global de resistencia pacífica contra la opresión.
La isla Robben se ha convertido en un poderoso símbolo de opresión, pero también de resistencia pacífica contra la injusticia. El prolongado encarcelamiento de Mandela en esta isla aislada ilustraba claramente la dureza del apartheid, y, paradójicamente, su dignidad y determinación frente a la detención reforzaron su imagen mundial como héroe de la libertad.
Nelson Mandela fue arrestado en 1962, principalmente por haber incitado a los trabajadores a la huelga y salir del país ilegalmente. Más tarde, en 1964, durante el juicio de Rivonia, fue declarado culpable de sabotaje y condenado a cadena perpetua, lo que llevó a su prolongada detención en la isla de Robben.
Incluso encarcelado, Mandela seguía siendo un poderoso símbolo de la lucha contra el apartheid. Su ejemplo inspiró a numerosos movimientos y campañas internacionales que pedían su liberación. Los llamados mundiales para su salida de prisión y para el fin del apartheid contribuyeron en gran medida al aislamiento diplomático de Sudáfrica y a la presión sobre el gobierno sudafricano.
Liberado en 1990 tras una fuerte presión nacional e internacional, Mandela participó activamente en las negociaciones para desmantelar el apartheid e instaurar una democracia multipartidista. Su popularidad tanto a nivel nacional como internacional, su compasión y su compromiso con la reconciliación lo llevaron naturalmente a convertirse en presidente en 1994 durante las primeras elecciones multirraciales del país.
El Apartheid fue un régimen político que estuvo en vigor en Sudáfrica entre 1948 y 1991, basado en una estricta separación racial, con discriminaciones legales sistemáticas contra las poblaciones no blancas. Esta política tenía como objetivo mantener el dominio y la ventaja económica, social y política de los blancos.
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