Los colores brillantes de las burbujas de jabón se deben a las interferencias de la luz provocadas por la reflexión de la luz en la superficie delgada de la burbuja. Los diferentes colores están relacionados con el grosor de la pared de la burbuja.
Este fenómeno tan simpático proviene de la luz blanca que se refleja en las dos caras de la fina capa de agua jabonosa y crea lo que se llama interferencia luminosa. En resumen, cuando un rayo de luz blanca toca la burbuja, una parte se refleja en la superficie exterior, mientras que otra parte penetra ligeramente para ser reflejada en el interior de la pared jabonosa. Estos dos rayos reflejados se superponen, reforzándose o anulándose según su desplazamiento, y eso provoca diferentes colores brillantes e iridiscentes. Estos matices de color dependen directamente de la grosor de la capa jabonosa en el lugar preciso donde miras.
Sin luz, ¡no hay colores que admirar en las burbujas! La luz blanca es en realidad un cóctel compuesto de un montón de colores diferentes. Cuando golpea una burbuja de jabón, esta luz encuentra la fina película de agua y jabón. Allí, se divide: una parte se refleja hacia afuera, la otra penetra en la capa y luego sale después de haber sido reflejada en el interior. Este juego permite que los diferentes colores se muestren según la forma en que interactúan. ¿Resultado? Obtenemos esos magníficos reflejos brillantes y multicolores que todos adoramos observar flotando en el aire.
Cuando miras una burbuja de jabón, su grosor decide los colores que verás. Cuando la burbuja es gruesa, ciertas longitudes de onda de la luz se refuerzan, creando colores vivos como el azul brillante o el verde intenso. Cuanto más se adelgaza su pared, más los colores evolucionan hacia matices diferentes — del amarillo al violeta, pasando por el rosa o el turquesa. Y cuando se vuelve extremadamente fina, la luz reflejada se anula completamente: entonces ves aparecer zonas casi negras o transparentes. Estas variaciones de color te muestran exactamente cuán fina o gruesa es la burbuja.
Cuando miras una burbuja de jabón, la luz golpea la fina película de jabón, una parte se refleja en su superficie exterior, mientras que el resto penetra y luego sale tras reflejarse en la superficie interior. Estas dos luces reflejadas se encuentran entonces y es ahí donde interviene la magia: se suman o se restan, a este fenómeno se le llama interferencia luminosa. Si las dos ondas luminosas están en fase, refuerzan ciertos colores (interferencia constructiva) dando ese aspecto vívido y brillante. Si son opuestas, se atenúan en cambio (interferencia destructiva). Este juego permanente entre la acentuación de ciertos tonos y la atenuación de otros crea los reflejos cambiantes y brillantes característicos de las burbujas de jabón.
El viento puede transformar muy rápido la apariencia de las burbujas de jabón: se adelgazan al secarse, cambiando de color en el proceso. En general, un día muy seco favorecerá burbujas más finas y multicolores pero también más efímeras. Una temperatura más fría puede contraer ligeramente la burbuja: como resultado, el grosor de la capa jabonosa varía y los colores también. Por el contrario, una atmósfera húmeda ayuda a que las burbujas permanezcan gruesas por más tiempo, mostrando así colores diferentes, más uniformes y menos variados. Incluso el polvo o las pequeñas impurezas suspendidas en el aire pueden modificar ligeramente la distribución del grosor y jugar un papel discreto en los colores observados.
Una burbuja de jabón generalmente estalla debido a la gravedad, a la evaporación del agua o al mínimo contacto con una impureza o partícula en el aire que perfora su membrana muy delgada.
Las burbujas de jabón gigantes, hechas con una composición especial, pueden superar varios metros de diámetro mientras conservan reflejos brillantes y espectaculares bajo el sol.
Los colores más hermosos que observas en una burbuja de jabón provienen de un grosor que varía entre aproximadamente 100 y 500 nanómetros, ¡equivalente a algunos cientos de átomos alineados!
Los colores de las burbujas de jabón generalmente siguen el mismo orden que los del arcoíris, debido al fenómeno de la interferencia luminosa.
Las burbujas muy finas o muy gruesas reflejan poco o nada de colores, apareciendo transparentes. Los colores brillantes se producen principalmente a espesores intermedios que permiten una interferencia óptima de la luz.
¡Sí! Cualquier líquido que forme una fina película puede presentar colores por interferencia luminosa, pero la adición de ingredientes como la glicerina o ciertos polímeros puede mejorar la solidez de las burbujas y, por lo tanto, afinar su color.
En un día nublado, la luz difusa de las nubes crea una iluminación suave y uniforme, lo que permite a tus ojos percibir mejor los sutiles contrastes de los colores de la burbuja. En cambio, un sol intenso puede atenuar estos matices sutiles debido a su brillo excesivo.
¡Absolutamente! Fenómenos similares se encuentran en las películas de aceite sobre el agua, en las alas de ciertos insectos o aves, y también en la superficie de ciertos minerales. Es el mismo principio físico de interferencias luminosas producidas por capas delgadas.
Los colores varían porque el grosor de la película de jabón disminuye gradualmente a medida que el agua se evapora. El grosor afecta las interferencias luminosas, modificando así los colores percibidos.
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