Los granos de arena pueden 'cantar' cuando se frotan entre sí, produciendo vibraciones armónicas audibles debido a la resonancia acústica en los espacios intergranulares.
Los granos de arena capaces de "cantar" comparten características físicas comunes: generalmente son redondos, bien clasificados por tamaño, y su superficie es particularmente suave y pulida, como si hubieran sido pulidos a lo largo del tiempo. A diferencia de la arena ordinaria, estos granos tienen muy poco polvo o partículas finas entre ellos, lo que limita la fricción no deseada. Otro punto interesante es que el tamaño de los granos es a menudo bastante uniforme, típicamente entre 0,1 y 0,5 mm, lo que ayuda a crear vibraciones sincronizadas cuando se deslizan o ruedan. Y son precisamente estas vibraciones generales las que provocan este sorprendente fenómeno sonoro.
Cuando granos de arena secos, redondeados y de tamaño homogéneo se ponen en movimiento, chocan y se frotan unos contra otros. Este roce genera vibraciones que resuenan entre las capas superficiales de arena y las capas más compactas debajo. Cuando las vibraciones se armonizan, entran en resonancia y el sonido se amplifica. Este fenómeno es similar a lo que ocurre cuando se frota un dedo húmedo sobre un vaso: si la frecuencia de los roces es estable, el sonido se vuelve fuerte y nítido. Cuanto más se mueven juntos los granos y a una velocidad regular, más potente y claramente audible es el sonido producido.
Las dunas cantan sobre todo en tiempo seco, ya que una humedad elevada impide que los granos de arena vibran libremente. Un clima caliente y árido favorece, por lo tanto, estas vibraciones sonoras particulares. Del mismo modo, un tamaño de grano homogéneo, combinado con una capa de arena perfectamente seca situada sobre una capa más compacta, mejora aún más este fenómeno. Vientos regulares pero moderados, justo lo que se necesita para que los granos deslicen en lugar de volar, también son esenciales para desencadenar este canto natural. Finalmente, las dunas que cantan mejor suelen ser muy empinadas, con pendientes precisas que favorecen el flujo de arena.
Cuando las dunas cantan, el sonido emitido a menudo se asemeja a una especie de zumbido grave o de ronroneo potente. Los científicos han medido estos sonidos y han observado que la frecuencia sonora generada se sitúa generalmente entre 70 y 120 Hz. Lo sorprendente es que cada duna tiene su propia firma sonora—es decir, su propia frecuencia precisa casi "musical". Esta frecuencia depende principalmente del diámetro de los granos, de su forma y de cómo chocan y se deslizan unos contra otros. En términos generales, granos redondos y regulares significan un sonido más puro y más estable, mientras que los granos irregulares producirán sonidos menos nítidos y más variables. Así, se obtienen dunas capaces de emitir una nota precisa y constante, casi como un instrumento musical natural gigante.
Algunas dunas alrededor del mundo son especialmente conocidas por sus sorprendentes cantos. En Marruecos, la duna de Merzouga atrae a los curiosos con su ronroneo grave y misterioso que impresiona incluso a los más escépticos. En China, las dunas de Dunhuang, a menudo llamadas "arenas cantantes", producen un sonido grave que se asemeja a una especie de retumbante sordo cuando se desliza por sus laderas. En Estados Unidos, la duna de Kelso situada en el desierto de Mojave es famosa por sus rugidos atenuados, pero audibles incluso a cierta distancia. De igual manera, en Namibia, las dunas del desierto del Namib a veces liberan sonidos poderosos similares a un zumbido sordo cuando la arena se pone en movimiento bajo la acción del viento o bajo los pies de los visitantes. Estos lugares con paisajes grandiosos muestran claramente cómo algunas dunas poseen este talento natural de ofrecer un verdadero concierto inédito.
Los granos de arena cantores generalmente tienen una forma redondeada y un tamaño homogéneo, lo que les permite deslizarse armoniosamente unos contra otros y producir el famoso 'canto'.
El sonido producido por ciertas dunas cantantes puede alcanzar hasta 105 decibelios, comparable al ruido de una cortadora de césped o de un helicóptero volando cerca.
Algunas tribus del Sahara solían pensar que el canto de las dunas provenía de los espíritus de los ancestros, comunicándose así con los vivos a través de la arena.
No todas las dunas pueden 'cantar': solo algunas raras dunas en el mundo cuentan con la combinación ideal de tamaño, forma de los granos, humedad y pendiente para emitir este fenómeno sonoro único.
Para nada, este fenómeno sonoro es completamente natural y no representa ningún peligro para los seres humanos. Se debe simplemente a la fricción entre los granos de arena durante su desplazamiento o deslizamientos espontáneos.
Aunque las dunas desérticas son las más famosas por su canto espectacular, algunas playas y dunas costeras con granos de características particulares también pueden producir este fenómeno sonoro característico.
Sí, generalmente es más fácil escuchar a las dunas cantar cuando las condiciones son cálidas y secas, especialmente a mediodía, cuando la arena está en su máxima sequedad y la humedad ambiental es baja.
Sí, los científicos ya han logrado recrear este fenómeno en el laboratorio al cumplir con ciertas condiciones muy precisas, como el tamaño, la forma de los granos, así como su estado de superficie y su grado de humedad.
No, solo ciertas condiciones específicas permiten el canto de los granos de arena. Se necesita arena seca, homogénea, con granos de tamaño muy similar y perfectamente redondeados para que este fenómeno se produzca de manera clara.
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